El Santuario de las
borracheras “De principio a fin”
1. Cualquier motivo es bueno: Atracción hacia una
persona y la bebida muchas veces da ese coraje a no reprimir aquel sentimiento,
un evento social, que al fin y al cabo termina siendo solo un pretexto y, por
último pero no por ello la menos importante, porque nos gusta realmente la
bebida. ¿Cuál eliges?
El borracho agresivo: Suele ser malo, golpeador
por naturaleza, aunque al día siguiente se encuentre, con ojos morados,
detenido ó manos lastimadas (por golpear puertas, paredes y cosas así).
El borracho zombi: Se convierte en un muerto
viviente, expulsa líquido, exhala a borracho, por si solo no se mueve, habla
otro idioma y termina siendo un bulto en la banqueta. Peligro es capaz de
manchar.
El borracho karaoke: Se pone a cantar, según el sabiendo
todo tipo de canciones, ya sea con otra gente en sus mismas condiciones o él
solo.
El borracho mobiliario: Aquel que solo forma parte
de la decoración del lugar toma su asiento y de ahí no se mueve por ningún
motivo, pero eso si no suelta su bebida.
El borracho exhibicionista- Es cuando el borracho, se pone a enseñar sus partes en público o hacer sus necesidades delante de todo el mundo.
4. la caída total: La última etapa de una borrachera, llega el término de aquella felicidad del exceso y al instante nos encontramos en el baño vomitando, recordando estas palabras “esta es la última vez que llego a esto”.
Sin duda, experiencias que tiene la gente por el excesivo gusto del alcohol.
A nadie le gustan los amigos “mala copa” pero, algunas veces son el alma de los eventos sociales. ¿Y a ti te ha pasado?
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